En cualquier obra de concreto, la aparición de pequeñas fisuras puede ser desconcertante. Muchas veces se interpretan como fallas estructurales, pero no todas las microfisuras representan un riesgo. Comprender cuáles son normales y cuáles deberían encender una alerta es clave para garantizar la seguridad y durabilidad de cualquier estructura.
Fisuras Normales: Parte del Comportamiento del Concreto
El concreto, como todo material de construcción, experimenta cambios durante su proceso de fraguado, curado y en su vida ú́til. Algunas microfisuras pueden considerarse aceptables siempre que no comprometan la función estructural del elemento:
- Fisuras por retracción plástica: Ocurren cuando el concreto aún está fresco y pierde humedad rápidamente. Son superficiales, finas y suelen estabilizarse sin consecuencias mayores si se hizo un curado adecuado.
- Fisuras capilares: Aparecen en la superficie por evaporación rápida del agua. No afectan el desempeño estructural si no se extienden ni se ensanchan con el tiempo.
- Fisuras térmicas controladas: En losas grandes o colados extensos, pueden formarse por gradientes de temperatura. Si están previstas en el diseño y se colocaron juntas de control, su presencia no representa riesgo.
Fisuras que Requieren Atención
Cuando las microfisuras se vuelven más profundas, visibles o se extienden con el tiempo, podrían estar indicando un problema serio:
- Fisuras por asentamiento diferencial: Se presentan cuando hay movimiento desigual entre cimentaciones, muros o elementos estructurales. Si se detectan cerca de columnas, trabes o juntas frías, deben evaluarse por un especialista.
- Fisuras por sobrecarga o diseño inadecuado: Una mezcla mal dosificada, concreto de baja resistencia o errores en el armado pueden provocar microfisuras que, con el tiempo, evolucionen a fracturas importantes.
- Fisuras activas o vivas: Se abren o alargan con el paso de los días. Indican que el concreto está bajo esfuerzos que no debería soportar. Estas deben investigarse de inmediato.
Revisión y Prevención
Para contratistas y supervisores de obra, es fundamental realizar inspecciones visuales en los primeros días después del colado. Si bien algunas fisuras pueden formar parte del proceso natural del concreto, su ubicación, dirección y evolución deben evaluarse para evitar consecuencias mayores.
Consejos clave para prevenir microfisuras problemáticas:
- Realizar un curado adecuado desde las primeras horas.
- Usar mezclas con aditivos reductores de retracción si es necesario.
- Colocar juntas de control en losas amplias o elementos largos.
- Verificar que la estructura no tenga zonas de asentamiento desigual.
Conclusión
Elegir un proveedor que entregue concreto bien dosificado y con asesoría técnica puede marcar la diferencia entre una microfisura normal y un problema estructural.
En COBOPREMEX entendemos que cada colado cuenta. Nuestra dosificación precisa y soporte técnico buscan que tus estructuras perduren, sin sorpresas inesperadas.